El equipo local mostró muy poco en ataque durante los primeros 45 minutos. Richard Ortíz, Wilson Pittoni y Eduardo Aranda controlaban bien los movimientos de los volantes "leprosos", de manera que estos no crearon jugadas peligrosas para la portería de Martín Silva. Alejandro Silva y Sebastián Ariosa estuvieron bastante activos, generando cierto peligro por los costados, pero Juan Manuel Salgueiro no estuvo preciso. Le faltó compañia al "tanque" Juan Carlos Ferreyra, quien con un cabezazo casi marcó el gol de apertura en el primer tiempo, pero Heinze salvó a Newell's.
Terminó el primer tiempo con el 0-0, que reflejaba fielmente lo que ocurrió en ese lapso del partido. Pero la segunda etapa fue dominada por el equipo de Martino, quien mando al pasto a Fabián Muñoz y Horacio Orzán, modificando totalmente la movilidad del mediocampo de su equipo, especialmente con Orzán, ganando en dinámica y precisión a la hora de los pases para los delanteros del equipo local.
Newell's ya había tenido dos ocasiones claras para abrir el score, pero Martín Silva demostró porqué es uno de los tres porteros del seleccionado charrúa, con excelentes tapadas. A los 23 minutos, Maxi Rodríguez, que jugaba su primer partido de copa Libertadores, realizó una de sus clásicas jugadas dejando en el camino a Salustiano Candia, y exagerando la caída ante el imprudente cruce de Alejandro Silva, provocando el penal que lo transformó en gol un icónico del cuadro rosarino: Ignacio Scocco. 1-0 para Newell's Old Boys.
La recuperación del cuadro decano era muy difícil, pues Salgueiro, el único que podía darle un poco más de futbol, seguía sin aparecer, y Castorino no tenía espacios para hacer valer su rapidez y habilidad. A los 30', Aranda pierde el balón, ante un vehemente pero legal quite de Orzán. Este pasa la pelota a Scocco, quien hace un amague para cambiar la trayectoria de la jugada, desubicando completamente a los defensores decanos y dirige un pase preciso hacia Pablo Pérez, quien deja la definición al iniciador de esta jugada, el volante chaqueño de 24 años proveniente del Atlético Sarmiento de Resistencia, Horacio Orzán, quien marca el segundo gol para el 2-0, que se ajustaba perfectamente al trámite del partido.
Olimpia empezó a irse con todo lo que tenía hacia adelante, tratando de realizar uno de esos épicos milagros que su camiseta obró en varios pasajes gloriosos de su rica trayectoria, logrando ponerse a tiro de empate con el gol de Fredy Bareiro, a los 43 minutos. Sin embargo, Maximiliano Rodríguez sentencio el 3-1 defnitivo, definiendo un centro que dejó venir la flojísima defensa decana, poniendo la pelota entre el palo y Martín Silva, desde un ángulo bastante cerrado.
Fue un partido característico de la Copa Libertadores de América, friccionado, con muchas mañas por parte de los más experimentados, y con errores fatales por parte de los más jóvenes, y que dejó la sensación de que los jugadores del decano podían encarar con más entusiasmo, especialmente luego del 1-0 en contra. Lejos de poner todo, se notó que no hubo la misma presión de otras jornadas, por parte de jugadores que podían jugar y "poner" mucho más. Pero hasta que la situación financiera del club pueda permitir la puesta al día de los salarios, será muy difícil ver a un equipo de Olimpia motivado, y jugando como en otras ocasiones. Por ahora, solamente pesa la camiseta.
Por el lado de Newell's ocurrió todo lo contrario. El equipo del "Tata" Martino dejó todo en el campo de juego, a sabiendas de los pergaminos del rival. Es un equipo con jerarquía, dirigido por un ídolo ex jugador del club, y de brillante trayectoria como técnico a nivel mundial. Este equipo "leproso" también tiene en Heinze, Maxi Rodríguez, y Scocco, la experiencia necesaria para pisar la cancha con personalidad en estas lides.
Con este resultado, Newell's Old Boys y la Universidad de Chile puntean el grupo 7 de la Copa Libertadores, con tres unidades. El próximo martes el decano recibirá a la Universidad de Chile en el Defensores del Chaco, partido que deberá ganar si quiere seguir con serias posibilidades de avanzar a la siguiente fase.