La selección paraguaya de fútbol quedó fuera de la lucha de estas eliminatorias válidas para el mundial de fútbol Brasil 2014, al perder nuevamente frente a la selección chilena por dos goles contra uno. En una paupérrima demostración frente a la hinchada paraguaya, el equipo de Gerardo Cono Pelusso, hoy día ya cesado del cargo de Director Técnico, cayó ante un ordenado rival, que fue mucho más que Paraguay durante todo el desarrollo del partido.
Pero ya es una redundancia hablar del partido Paraguay -Chile. Hablemos de las causas de esta eliminación paraguaya luego de haber clasificado a 4 mundiales de forma seguida. Si buscamos culpables para esta desastrosa campaña albirroja, indudablemente debemos apuntar fijamente al Departamento de Selección de la Asociación Paraguaya de Fútbol, cuyo titular Alejandro Domínguez nunca demostró poseer las habilidades suficientes para estar al frente del mismo.
Una grave e ineludible cuota de responsabilidad la tiene el mismísimo presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, Don Juan Angel Napout, quien ha venido manejando de manera pésima el fútbol paraguayo, secundado fuertemente por dirigentes acomodados que apoyan la continuidad de esta plataforma mediocre que maneja el deporte más querido en el Paraguay.
Una grave e ineludible cuota de responsabilidad la tiene el mismísimo presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, Don Juan Angel Napout, quien ha venido manejando de manera pésima el fútbol paraguayo, secundado fuertemente por dirigentes acomodados que apoyan la continuidad de esta plataforma mediocre que maneja el deporte más querido en el Paraguay.
El más profundo recoveco de esta triste eliminación albirroja lo encontramos ahí, en el pésimo gerenciamiento (casi insalubre para la afición deportiva) de la selección absoluta, de la que se deriva el vicio más fundamental, el que ha sido constantemente mencionado por toda la prensa deportiva nacional: LA IMPROVISACIÓN. Se improvisó por amiguismo, por cuota política, o por lo que sea, menos por su capacidad, idoneidad y talento para dirigir el Departamento de Selección, con la designación del señor Alejandro Domínguez como presidente.
Se improvisó con la designación de un joven con mucho futuro como profesional de la Dirección Técnica como Francisco Arce para entrenar al equipo mayor albirrojo, pero que carece totalmente de la madurez, la experiencia y la visión de seleccionador, y cuyo estilo parece no ser el requerido para el adecuado recambio que necesita la albirroja.
Y luego, el más grave ejemplo de la falta de planificación, y de improvisación, vicio sobre el cual estamos comentando, fue la designación de Gerardo Pelusso como Director Técnico de la selección paraguaya. No pudo haberse hecho elección peor, ya que la figura ideal para iniciar el proceso de recambio en la absoluta albirroja era un equipo técnico con experiencia y conocedor del fútbol paraguayo, si es que ése era el objetivo de la dirigencia de la APF, la de iniciar el recambio. Y si la intención de la APF era apostar fuertemente a la clasificación paraguaya para Brasil 2014, se hubiera pensado en un profesional clase A (tipo Bielsa, Pekerman). Hasta este nivel de responsabilidad, nos encontramos con que los culpables principales son los dirigentes.
Cuando pensamos encontrar culpables en el nivel "entrenadores", lo encontramos principalmente en el señor Gerardo Pelusso. Desde el inicio demostró su falta de capacidad para generar fortaleza en el ambiente de la selección. Antes que generar unidad, provocó la más profunda separación entre el cuerpo técnico y los jugadores. Los impasses generados con jugadores históricos del plantel, como Darío Verón, debilitaron mucho el plantel.
Las convocatorias del señor Pelusso eran bastante extrañas, pero la conformación de su equipo titular era más extraña aún. Su lectura de los partidos era errada, a juzgar por los cambios que realizaba. Un solo ejemplo fue la conformación titular ante Chile: Porqué Dante López? Cómo tenerlo en el banco al Roque Santa Cruz más entero de los últimos 5 años, con una racha de goles importantes, como los que hizo al Barcelona y al Real Madrid? Cómo no ponerlo de titular a un Richard Ortíz, nominado últimamente como uno de los mejores volantes del fútbol paraguayo, con un aventajado ritmo de competencia por sus partidos en Copa Libertadores? Porqué traerlo a Melgarejo, de destacadísima actuación en la Champions League con el Benfica, y optar por Samudio? Porqué Julio Dos Santos y no Jonhatan Fabbro? Cosas de un técnico mediocre solamente. A este nivel, el culpable principal es Pelusso, que además de haber demostrado su incapacidad como Técnico, demostró cobardía al haberse "borrado" luego del partido ante Chile.
Igual de "borrados" estuvieron Domínguez, Napout y otros caracterizados dirigentes de la APF luego del partido ante Chile, en una actitud que disgustó a todos, pero que no extrañó a nadie, ya que nunca dijeron cuál era el objetivo de la APF para la selección absoluta luego de la Copa América. Claro, lo menos que debían hacer era asumir su responsabilidad ante los aficionados paraguayos por esta eliminación albirroja. Inicio incierto, desarrollo improvisado, final consabido para la selección paraguaya en estas eliminatorias para el mundial de Brasil 2014.
Rige para los dignos, la renuncia digna, el retiro digno para los que, luego de haber peleado con todos los recursos disponibles, y con todas sus fuerzas para lograr el objetivo deseado, no han podido alcanzar la meta, y por lo tanto, sienten que al no haber logrado el resultado para el cual fueron designados, dan un paso al costado de forma voluntaria. Pero es evidente de que no podemos hablar de gente digna, cuando hablamos de estos que ante su estrepitoso fracaso, ni siquiera aparecen para dar alguna explicación. Y de gente indigna de sus cargos, no podemos esperar que renuncien, sino que sigan enpotrándose en sus respectivos puestos de la APF.
Y al intuir que esta actual dirigencia no se cree fracasada, ni por casualidad, también podemos hacer "futurología" con nuestra selección de mayores. En ese contexto, visualizamos un rumbo hacia una debacle, que no nos va a permitir estar en otro mundial, sino hasta dentro de 16 años aproximadamente. Ojalá nos equivoquemos.
Seguramente habrán quienes dicen que "si no aportas soluciones, ni hables de los problemas". Sin embargo, en este caso, no es nuestra obligación aportar soluciones, pues no somos idoneos en ello. Nosotros hacemos lo que tenemos que hacer. Hicimos lo que tenemos que hacer. Fuimos al estadio, lo llenamos y alentamos. No está en nosotros poner en buen rumbo a la selección paraguaya. Esa es función de Juan Angel Napout y Alejandro Domínguez. Pero como la esperanza es lo último que se pierde, la afición paraguaya en general espera de esta dirigencia, ya que tienen el tupé de continuar en sus respectivos cargos en forma caradura, que encuentren el camino de la eficiencia, si no por obra de su oficio y sus habilidades dirigenciales, por lo menos por alguna mágica iluminación improvisada, cual improvisada fue la campaña albirroja en estas eliminatorias.
Y luego, el más grave ejemplo de la falta de planificación, y de improvisación, vicio sobre el cual estamos comentando, fue la designación de Gerardo Pelusso como Director Técnico de la selección paraguaya. No pudo haberse hecho elección peor, ya que la figura ideal para iniciar el proceso de recambio en la absoluta albirroja era un equipo técnico con experiencia y conocedor del fútbol paraguayo, si es que ése era el objetivo de la dirigencia de la APF, la de iniciar el recambio. Y si la intención de la APF era apostar fuertemente a la clasificación paraguaya para Brasil 2014, se hubiera pensado en un profesional clase A (tipo Bielsa, Pekerman). Hasta este nivel de responsabilidad, nos encontramos con que los culpables principales son los dirigentes.
Cuando pensamos encontrar culpables en el nivel "entrenadores", lo encontramos principalmente en el señor Gerardo Pelusso. Desde el inicio demostró su falta de capacidad para generar fortaleza en el ambiente de la selección. Antes que generar unidad, provocó la más profunda separación entre el cuerpo técnico y los jugadores. Los impasses generados con jugadores históricos del plantel, como Darío Verón, debilitaron mucho el plantel.
Las convocatorias del señor Pelusso eran bastante extrañas, pero la conformación de su equipo titular era más extraña aún. Su lectura de los partidos era errada, a juzgar por los cambios que realizaba. Un solo ejemplo fue la conformación titular ante Chile: Porqué Dante López? Cómo tenerlo en el banco al Roque Santa Cruz más entero de los últimos 5 años, con una racha de goles importantes, como los que hizo al Barcelona y al Real Madrid? Cómo no ponerlo de titular a un Richard Ortíz, nominado últimamente como uno de los mejores volantes del fútbol paraguayo, con un aventajado ritmo de competencia por sus partidos en Copa Libertadores? Porqué traerlo a Melgarejo, de destacadísima actuación en la Champions League con el Benfica, y optar por Samudio? Porqué Julio Dos Santos y no Jonhatan Fabbro? Cosas de un técnico mediocre solamente. A este nivel, el culpable principal es Pelusso, que además de haber demostrado su incapacidad como Técnico, demostró cobardía al haberse "borrado" luego del partido ante Chile.
Igual de "borrados" estuvieron Domínguez, Napout y otros caracterizados dirigentes de la APF luego del partido ante Chile, en una actitud que disgustó a todos, pero que no extrañó a nadie, ya que nunca dijeron cuál era el objetivo de la APF para la selección absoluta luego de la Copa América. Claro, lo menos que debían hacer era asumir su responsabilidad ante los aficionados paraguayos por esta eliminación albirroja. Inicio incierto, desarrollo improvisado, final consabido para la selección paraguaya en estas eliminatorias para el mundial de Brasil 2014.
Rige para los dignos, la renuncia digna, el retiro digno para los que, luego de haber peleado con todos los recursos disponibles, y con todas sus fuerzas para lograr el objetivo deseado, no han podido alcanzar la meta, y por lo tanto, sienten que al no haber logrado el resultado para el cual fueron designados, dan un paso al costado de forma voluntaria. Pero es evidente de que no podemos hablar de gente digna, cuando hablamos de estos que ante su estrepitoso fracaso, ni siquiera aparecen para dar alguna explicación. Y de gente indigna de sus cargos, no podemos esperar que renuncien, sino que sigan enpotrándose en sus respectivos puestos de la APF.
Y al intuir que esta actual dirigencia no se cree fracasada, ni por casualidad, también podemos hacer "futurología" con nuestra selección de mayores. En ese contexto, visualizamos un rumbo hacia una debacle, que no nos va a permitir estar en otro mundial, sino hasta dentro de 16 años aproximadamente. Ojalá nos equivoquemos.
Seguramente habrán quienes dicen que "si no aportas soluciones, ni hables de los problemas". Sin embargo, en este caso, no es nuestra obligación aportar soluciones, pues no somos idoneos en ello. Nosotros hacemos lo que tenemos que hacer. Hicimos lo que tenemos que hacer. Fuimos al estadio, lo llenamos y alentamos. No está en nosotros poner en buen rumbo a la selección paraguaya. Esa es función de Juan Angel Napout y Alejandro Domínguez. Pero como la esperanza es lo último que se pierde, la afición paraguaya en general espera de esta dirigencia, ya que tienen el tupé de continuar en sus respectivos cargos en forma caradura, que encuentren el camino de la eficiencia, si no por obra de su oficio y sus habilidades dirigenciales, por lo menos por alguna mágica iluminación improvisada, cual improvisada fue la campaña albirroja en estas eliminatorias.